Guest User
December 18, 2022
Más grande de lo que parece, con apariencia más rústica que moderna. Un sitio de pueblo, y así se intuye por el precio, el trato (correcto en ambos casos) y las instalaciones. La cerradura de mi habitación averiada, no se quedaba cerrada. No me di cuenta hasta 2 días después. Es un fallo grave para mí, pues cualquiera podría haber entrado en mi habitación sin necesidad de tarjeta-llave, y cuando lo comuniqué apenas se le dio importancia. No tenía por qué pasar nada, y lo sé, pero no se duerme tan cómodo pensando que cualquiera puede equivocarse y entrar en tu habitación, por accidente, o no… La caja fuerte la vi porque me agaché para buscar algo. Está en la estantería de abajo del armario, en el suelo, bastante incomoda de acceder. He de decir que el trato del personal de comedor es poco profesional. En la mayoría de los casos es disculpable y comprensible, porque tenían buena voluntad y estaban aprendiendo, pero en una ocasión, un chaval en el desayuno estuvo poco profesional y nada atento cuando se le pidió un producto que faltaba. La comida correcta, nada espectacular, pero bien. Poco sitio para aparcar alrededor, que yo haya visto, aunque creo que tienen un garaje, que estaba cerrado y sin uso durante la estancia del grupo con el que fui. En definitiva, un sitio con un trato familiar, rústico, con algunos fallos que no se deberían permitir, pero que tampoco te estropean la estancia hasta el punto de ser indeseable. Yo estuve bien, correcto, pero no pasó de ahí. Para alguien sin muchas pretensiones como yo, pues recomendable. Si buscas algo más exquisito, no es el lugar.
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