Hotel Garza Canela

El hotel parece haber sido reformado y hay cosas que deben mejorar como los sanitarios, la ropa de cama. Las instalaciones de alberca son buenas, aunque pequeñas, nosotros acudimos en temporada baja y había pocos huéspedes, por lo que no fue un problema. El hotel no cuenta con acceso a la playa, pero está muy cerca de playa borrego (10 min caminado, 5min en auto). Solo tomamos un desayuno en el restaurante del hotel, el cual tiene platillos únicos (pan francés relleno) y los tradicionales (chilaquiles) no fallan, precios moderados. Una recomendación si no esperas un hotel de 5 estrellas, pero si tranquilidad .

Solo visitamos el restaurante pero fue complicadisimo llegar, el servicio de la mesera fue bueno y amable pero la comida estuvo horrenda, y eso que fuimos a desayunar, mi esposa pidio huevo estrellado volteado, primero lo llevaron todo cocido y luego medio crudo, la machaca con huevo estaba bastante insipida y las “migas” van ensalaadas y muy picosas, las regrese para que las hicieran sin salsa ni picante y solo agregaron un huevo para “quitarle” lo picoso… los baños estan en un segundo piso y el clima estaba apagado asi que estaba super caliente, mala experiencia en general, tiene muy buenas reseñas y por eso decidimos mover nuestros planes de viaje pero definitivamente no valio la pena, $850 pesos por 3 desayunos… definitivamente cero vale la pena

El hotel está viejo, las camas, sábanas, toallas desgastadas, está limpio, el área de la alberca bonita. La comida en el restaurante espantosa, MUY MALA, solo es fama la de la chef Bety Vazquez. Creo que hay mucho por mejorar, el hotel está igual que hace 30 años que lo conocí por primera vez.

Excelente y pintoresco hotel , atendido por su propietaria la Chef Betty y sus hermanas , cuarto amplió con balcón , jardines hermosos , alberca , una capilla , restaurant delicioso … bien ubicado para ir al muelle de san Blas , los manglares y playas cerca.

Por ser el hotel de la "Chef Bety" de Master Chef tenía expectativas altas, pero terminé decepcionado. El trato de la señora de recepción fue muy grosero, 2 veces me calló cuando le hacía algunas preguntas del hotel y siempre me atendía de mala gana. Las habitaciones están "ok" pero el precio es muy elevado para lo que ofrecen, la que me tocó estaba vieja, el ventilador lo prendias y parecía que se iba a caer, y el aire acondicionado no tenía para regular la temperatura. El restaurante fue de lo que más decepcionó, yo esperaba algo exquisito por el precio y por ser el restaurante de la Chef Bety, pero no fue así, los menús tienen la presentación de una fonda de colonia y los cócteles son viles aguas de sabor con hielo, lo único rescatable fue la encargada del restaurante, Doris, es muy amable y muy atenta. Volvería si el precio fuera mucho más barato, porque siendo sinceros, es un hotel de pueblo.