Premium Tower Suites San Luis

Almohadas y almohadones con mal olor, cortina y toallas de baño ennegrecidas y sin perfume, TV con problema de pantalla, sillones hundidos y con tapizado viejo. Sábanas manchadas. Cortina de baño sucia. Desayuno en la habitación bueno. No tiene frigobar.

La verdad que es una decepción absoluta este hotel, que en absoluto es un 4 estrella ni vale el precio q cobran. Al ingresar te cobran x adelantado el total de la estadía. Una vez instalados descubrimos: humedades en los techos, pelos en las camas, suciedad indescriptible en los baños, el tv minúsculo, el aire acondicionado hacía un ruido infernal. Sin heladera en la habitación, toallas sucias e insuficientes. El desayuno pobre y de mala calidad.

De Premium apenas el nombre. El puntaje de 1/5 es solo por la ubicación. Festejábamos nuestro aniversario de bodas y por lo ofrecido en el sitio web parecía una buena opción de alojamiento con frigobar, microondas, anafe... Jamás imaginamos esta pesadilla! Las fotos hablan por sí mismas. Llegamos un sábado y nos asignaron la habitación 309, completamente desprovista (solo huecos en el mobiliario y en la mesada, que literalmente taparon colocando encima un pedazo de baldosa) y sin ningún tipo de mantenimiento: ropa de cama ajada y con manchas, cortinas descosidas, toallas viejas y rotas. El olor en el ambiente, que además se replica en los pasillos, nauseabundo: una mezcla de humedad concentrada, heces y otro como si fuera transpiración. Un verdadero asco. Luego de la queja de rigor nos cambian de habitación a un piso más arriba. Tampoco estaba equipada. Delante nuestro sacaron de otro cuarto un microondas, conectaron un anafe viejo y nos dijeron (cito textualmente) que el frigobar nos lo debían porque el manager anterior “se los había llevado casi todos”. Pedimos hablar con el Gerente y mandó a decir que no trabaja los sábados. Después de un largo viaje en ruta la idea era descansar y al otro día evaluar si nos íbamos a otro hotel, aún estando abonada toda la estadía, porque no podíamos creer el destrato. La frutilla del postre: alrededor de las 23:00 empezó la música insoportable de un local bailable pegado al hotel que se extendió hasta las 6 de la mañana. Mínimamente nos tendrían que haber cambiado a una habitación menos ruidosa o hacer un upgrade, como es de estilo. Nada. Párrafo aparte la piscina sucia y la situación del restaurante, al que dicen haber cerrado para hacerle mantenimiento, pero después nos enteramos que no es cierto ya que está clausurado hace meses. Pero lo más turbio es que al otro día pasamos por la oficina de turismo para averiguar excursiones y cuando nos preguntaron dónde nos alojábamos, nos dijeron que entendían que no estaba más habilitado como hotel y que desde hace tiempo “lo usan como si fuera un edificio de departamentos” (sic) Sacando la amabilidad y predisposición del Personal a quienes se les notaba avergonzados por la situación, realmente es la peor experiencia que hemos tenido. Nunca más.