Eduardo Alfonso
October 20, 2024
Desde antes de llegar a Shangri la ya nos comunicamos con el Arro Khampa, que envió un conductor a buscarnos a la estación.(También nos transportarían al dejarlo). El edificio está integrado en el centro histórico y una vez atravesado un pasaje con columnas desemboca en un patio del que salen las habitaciones. Aunque la nuestra estaba en el primer piso, La Zheng y el recepcionista y conductor 索郎安翁:康巴藏族 (lo siento, no recuerdo su nombre) nos ayudaron con el equipaje. Al llegar, La Zheng nos recibió y, en inglés, nos explicó certeramente todo lo que debíamos saber del hotel. En el Arro Khampa funciona todo bien: agua, calefacción por suelo radiante, aseo, etc. La habitación tiene encanto y unas vistas excelentes. La cama es tan cómoda que no apetece levantarse, hay un sofá con mesa baja próxima a la ventana desde el que se ven los templos.También hay un escritorio y un armario cómodo y cuidado que crean un ambiente tranquilo y cálido. Hay agua, refrescos, café soluble, té, fruta, etc y un hervidor de agua para preparar infusiones. Gran cantidad de “amenities” en el baño así como zapatillas y hasta una máquina de oxígeno (o eso me pareció). El desayuno en su recogido comedor está bien elaborado y abierto a solicitudes fuera del buffet, aunque en nuestro caso resultó suficiente: buen zumo, café de máquina automática con leche, tostadas, huevo frito con bacon, arroz frito con verduras, etc. Resumiendo, una estancia perfecta en el hotel mejor ubicado y con la atención necesaria.
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