Guest User
March 28, 2024
Sencillamente fantástico. El trato de Inma es inmejorable. La casa, muy acogedora. Hacía mucho frío pero se estaba muy bien en las habitaciones y por la tarde además, encendían la chimenea del salón y se estaba de maravilla. Tienen una sala con juegos de mesa, billar y libros. En ella pudimos acabar esas tardes de viento, frío y agua que nos tocó pasar. Las camas son muy cómodas, las habitaciones amplias y limpias. Para mí siempre lo menos higiénico de un hotel es que tengan cortinas de ducha en lugar de mampara y aunque éste tenía cortina, estaba limpia. En el desayuno tienes de todo lo necesario, no echamos nada en falta. Como no tienen restaurante, hay un comedor (donde se sirve el desayuno) en que puedes llevar tu propia comida. Dispones de vajilla y microondas. Comes, recoges tu mesa y dejas la vajilla sucia en un carrito para que ellos la recojan. Es realmente un servicio muy útil ya que la finca está en el campo y hay que bajar al pueblo si quieres comer o cenar en un restaurante. Además, te puedes servir un café, vino, refrescos, cerveza... y lo apuntas en una libreta que tienen en el comedor (por su puesto se pide honestidad a la hora de ofrecer ese servicio ya que ellos no están allí para vigilarte) para después pagarlo a la salida. Nosotros teníamos una de las habitaciones con terraza que no pudimos disfrutar por problemas meteorológicos pero con unas vistas estupendas. Sin duda, repitiríamos.
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