Mala experiencia. No resiste la relación precio-calidad. No lo digo para nada desde el odio y rabia, sino que haber tenido expectativas altas que fueron cayendo poco a poco. Si costara un 30% menos, hubiese entendido la calidad del servicio. Cuando llegamos nadie nos explicó cómo utilizar o proceder con los distintos servicios (hot tub, masaje, sauna). En nuestra cena, pedimos dos platos y la persona no sabía de quién era cuál. Pedimos una pastelera, que en el menú se veía como un pocillo de greda, con el tostado por arriba. En este caso no fue en un pocillo de greda y tampoco tostado, ni siquiera amarillo. Cuando nos tocaba el hot tub, nadie nos explicó cómo proceder, todo lo tuvimos que preguntar. Quedamos asombrados de que no hubiesen batas, considerando que son muy pocas habitaciones. El hot tub, estaba tibio y no caliente, hubiésemos esperado un par de grados más, sobre todo considerando el frío de la noche. En la mañana siguiente el desayuno no tenía galletas y la manzana que nos dieron tenía un mosquito adentro. Encontramos insólito que hay que pagar extra por los huevos, ni en el hotel más chico funciona así. El café nunca estuvo caliente (y ni hablar de la justificación del personal para eso). En cuanto a masaje, este no duró más de 25 minutos. Sorprendentemente el masajista nos dijo que duraba media hora, siendo que uno toma una reserva de una hora. La explicación de parte del personal fue que duraba 45 minutos…lamentablemente nunca fue así. El estacionamiento entiendo que es muy difícil de modificar, pero cuando quedamos expuestos con el auto en un borde incómodo para la pasada, nos dijeron que iban a pedir a otro par de autos que se reacomodaran, algo que por supuesto nunca ocurrió. No lo recomiendo y no me volvería a quedar. Tienen mucho por mejorar.
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